Hace casi 25 años tuve un traumatismo de cráneo. A raíz de eso, la mitad de mi cuerpo quedó paralizada. Y sin embargo, estoy acá.
Me levanto, hago el mate ☕, pienso, organizo mi jornada, trabajo, opino, camino, escribo, abrazo, río, y sigo.
Vivo. Como quiero. Como puedo. Como me dejan.
Y aunque cobro una pensión del Estado (que dicho sea de paso es una miseria), eso no alcanza ni cerca.
Por eso tengo más de tres trabajos distintos. Porque quiero ganarme la vida, porque no consigo trabajo fijo, y porque la independencia también se construye con esfuerzo, con decisión, y con derechos.
🚨 No soy una historia de superación. Soy parte de una realidad invisibilizada.
No soy “una excepción”. No soy “un ejemplo”.
Soy una persona más en este país que lucha todos los días por hacer valer su dignidad, por sostenerse económicamente, por ser mirada como ciudadana con derechos plenos.
👉 Trabajo como puedo.
👉 Me muevo como puedo.
👉 Hago trámites, enseño, participo, opino.
👉 Y también me canso. Mucho. Porque todo cuesta más.
¿Y sabés por qué cuesta más? Porque las ciudades, los sistemas, las instituciones no están pensadas para que podamos vivir bien.
🧱 Las ciudades nos discapacitan
Salgo a la calle y tengo que pensar en cada obstáculo. Rampas que no están, veredas rotas, colectivos sin accesibilidad, oficinas sin baños adaptados, miradas incómodas.
Y mientras tanto, la sociedad insiste en decirme “persona con capacidades diferentes” como si la incomodidad fuera mía, cuando en realidad es el entorno el que excluye.
📢 Las ciudades discapacitan. No las personas.
No tener una rampa, no tener subtítulos, no tener un ascensor, eso es violencia.
Y cada vez que se ignoran nuestras necesidades, lo que se hace es negar nuestra existencia.
💬 No quiero integrarme. Ya formo parte.
No necesito que “me incluyan”. Yo ya estoy. Siempre estuve.
👉 Estudio.
👉 Trabajo.
👉 Me organizo.
👉 Me enojo, me río, amo, lucho.
👉 Y me canso de tener que explicar que mi presencia es tan válida como la de cualquiera.
La discapacidad no me quita capacidad de decidir, de sentir, de crear, de transformar.
Y no tengo que andar escondiéndola para que me acepten.
🙅♀️ No quiero esconderme más. Nadie debería hacerlo.
Hay personas que todavía ocultan su discapacidad por miedo.
Miedo a perder el trabajo.
Miedo a que no las tomen en serio.
Miedo al rechazo, al juicio, a la lástima.
¿Y sabés qué? Eso también discapacita.
Porque cuando una sociedad hace que tengamos que callar lo que somos para pertenecer, está siendo violenta, injusta y profundamente ignorante.
💚 La accesibilidad no es un favor. Es un derecho.
No es que “necesito una rampa”.
Es que tengo derecho a moverme libremente.
No es que “ojalá me tengan paciencia”.
Es que tengo derecho a recibir atención sin discriminación.
No es que “gracias por contratarme”.
Es que tengo derecho a trabajar sin prejuicios ni obstáculos.
Y si tengo que tener tres trabajos para sobrevivir, no es porque “me esfuerzo mucho”:
¡es porque el sistema no me da las mismas oportunidades!
🧠 La transformación cultural empieza por el conocimiento
No se puede incluir lo que no se conoce.
No se puede respetar lo que no se ve.
Y no se puede garantizar derechos si no hay políticas reales y presupuestos que acompañen.
📚 Por eso necesitamos hablar de discapacidad en las escuelas, en los medios, en las instituciones.
💬 Necesitamos que se nos escuche, que se nos consulte, que se nos vea.
🧱 Y sobre todo, que se construyan espacios accesibles para todas las personas.
👉 No alcanza con empatía. Hace falta voluntad.
👉 No alcanza con inclusión simbólica. Hace falta acción real.
🌟 No soy un testimonio de superación. Soy testimonio de resistencia.
Estoy acá, laburando, sosteniéndome, escribiendo esto.
Y si llegaste hasta acá, quiero decirte algo:
No necesitamos tu lástima. Necesitamos tus decisiones.
✊ Que empieces a exigir que las obras públicas sean accesibles.
✊ Que no digas “capacidades diferentes” si no sabés qué significa.
✊ Que dejes de mirar raro a quien camina distinto.
✊ Que te pongas en el lugar del otro, pero no para sentir pena, sino para activar.
♿ Este mundo es de todas las personas. Pero aún no lo parece.
Tenemos derecho a vivir bien.
A movernos sin obstáculos.
A trabajar sin miedo.
A mostrarnos tal cual somos.
A decir: “tengo una discapacidad” y que eso no sea una sentencia ni una etiqueta.
💬 Tengo la mitad del cuerpo paralizada, pero no por eso me falta la mitad de nada.
Soy completa.
Soy digna.
Y tengo mucho que aportar.
🌍 Lo único que nos falta…
es que la sociedad se anime de una vez por todas a dejar de discapacitar a quienes somos plenos.
¿Querés compartir esto con más personas?
¿Querés sumarte al cambio?
Entonces abrí los ojos, el corazón y la mente.
Porque una sociedad justa se construye cuando nadie tiene que pedir permiso para existir.
#NadaSobreNosotrxsSinNosotrxs ♿✊🔥
#AccesibilidadYa #VidasPlenas #SomosPersonas