Un impactante hallazgo paleontológico sacudió a Pampayasta: un caparazón de gliptodonte, un megamamífero que habitó la región hace miles de años, fue descubierto por casualidad en el río Ctalamochita. Ahora, un equipo de especialistas trabaja en la recuperación y estudio de los restos.
Un descubrimiento inesperado
El pasado 31 de enero, Samuel Colombano, estudiante de la Universidad Nacional de Villa María y oriundo de Las Perdices, disfrutaba de una tarde en el río Ctalamochita cuando notó algo inusual entre las aguas. Al examinarlo más de cerca, se dio cuenta de que podía tratarse de restos fósiles. Sin dudarlo, contactó al intendente de Pampayasta, Guillermo Ristorto, quien rápidamente alertó a las autoridades provinciales.
Al día siguiente, personal de la Agencia Córdoba Cultura llegó al lugar para evaluar el hallazgo y confirmar su importancia. Lo que encontraron fue nada menos que el caparazón de un gliptodonte, un pariente extinto de los armadillos que habitó Sudamérica durante el Pleistoceno.
Qué dicen los especialistas
El geólogo y paleontólogo Adán Tauber, director del Museo Provincial de Ciencias Naturales, confirmó que se trata de un ejemplar de Glyptodon reticulatus, una especie que vivió en la región chaqueña y en las sierras de Córdoba hace aproximadamente 126 mil años. “Es un hallazgo significativo porque estos animales formaban parte de la megafauna prehistórica, junto con mastodontes y otros grandes mamíferos. Se piensa que pudieron haber convivido con los primeros humanos de la región, lo que nos da una valiosa oportunidad para investigar esa relación”, explicó Tauber.
Los gliptodontes eran criaturas colosales: algunos ejemplares llegaban a medir hasta 4,2 metros de largo y pesar dos toneladas. Su grueso caparazón servía como escudo contra depredadores y su estructura recuerda a la de los armadillos modernos, aunque el registro fósil sugiere que estos últimos aparecieron mucho antes.
Y ahora, ¿qué sigue?
La recuperación del caparazón no será tarea fácil: el fósil está en contacto permanente con el agua, lo que complica su extracción y conservación. La Dirección de Patrimonio Cultural, junto con la intendencia de Pampayasta, coordinará los trabajos bajo la Ley 5543, que protege los restos fósiles y bienes culturales de la provincia.
Además de la restauración del caparazón, los especialistas buscarán evidencias de interacción entre los humanos primitivos y la megafauna. En Córdoba ya se han encontrado vestigios que sugieren que los primeros habitantes de la región cazaban y utilizaban herramientas de piedra para procesar estos animales.
El hallazgo en Pampayasta abre una nueva ventana al pasado y promete revelar más secretos sobre la vida en la región hace miles de años. Mientras tanto, el río Ctalamochita sigue resguardando historias que esperan ser contadas.