Suena la alarma. Son las 7:30 de la mañana y lo primero que hago, antes de siquiera levantarme de la cama, es agarrar el celular. Abro Instagram. Un meme, un video de un influencer que apenas conozco, y una noticia. Bueno… “Noticia”.
“Muerte en Argentina: los usuarios de WhatsApp que tengan estos dispositivos deberán actualizar su teléfono”
¿Qué? ¿Quién murió? ¿Qué tiene que ver WhatsApp con esto? Hago clic y… nada. Nadie murió. Solo un título engañoso que usa la palabra muerte para asustarme y hacerme entrar a leer una noticia irrelevante sobre una actualización automática de la app.
Pasa todo el tiempo. Notas que parecen importantes, pero que no dicen nada. Nos entrenaron para reaccionar, no para pensar. Y lo peor es que ni siquiera nos damos cuenta.
La trampa de los titulares falsos
Antes, los medios de comunicación tenían que ganarse nuestra confianza. Hoy, solo necesitan ganarse nuestro clic. Ya no les importa que la noticia sea útil, que tenga datos verificados o que realmente nos ayude a entender el mundo. Lo único que importa es que entremos en la nota, aunque sea por unos segundos.
Así nos manipulan. Nos tiran palabras fuertes como muerte, crisis, escándalo, insólito, nadie lo vio venir… y cuando entramos, nos damos cuenta de que nos mintieron. Pero no importa. El medio ya ganó: ya sumó una visita, ya cobró su publicidad, ya nos usó.
Lo más triste es que esto no es solo culpa de los medios. También es culpa nuestra. ¿Cuántas veces compartimos una noticia sin leerla? ¿Cuántas veces nos creemos cualquier cosa solo porque tenía muchas reacciones en redes? Nos están acostumbrando a no pensar, a consumir información sin analizarla, y eso es peligroso.
El negocio de la desinformación
¿Por qué nadie frena el clickbait si es tan molesto? La respuesta es simple: porque genera dinero. Mucho dinero. Cada clic en una noticia con un título engañoso se traduce en ingresos publicitarios. Los medios de comunicación que usan esta estrategia no necesitan calidad ni credibilidad, solo volumen. Cuantos más clics consigan, más anuncios pueden mostrar y más plata ganan.
Pero hay otro jugador clave en este juego: las redes sociales y los buscadores. Son ellos quienes deciden qué contenido aparece primero en nuestro feed o en los resultados de búsqueda. Y como su negocio también depende de la publicidad, premian a los medios que logran que la gente pase más tiempo en sus plataformas. No importa si la noticia es un engaño o si el usuario se siente estafado al entrar. Lo único que importa es que haga clic.
Entonces, ¿por qué no existe una tecnología que detecte y bloquee el clickbait? Porque nadie con poder real tiene interés en detenerlo. Los medios ganan dinero, las redes ganan dinero y los buscadores ganan dinero. El único que pierde es el usuario, pero como ya nos acostumbramos a esta basura, nadie se preocupa por cambiarlo.
No estás solo en la lucha contra el clickbait
Es comprensible sentirse abrumado por la omnipresencia del clickbait en los medios digitales. Sin embargo, es esencial saber que esta problemática ha sido identificada y está siendo abordada por diversos actores comprometidos con la calidad informativa.
Voces influyentes alzan la voz
Figuras reconocidas han manifestado su descontento con estas prácticas engañosas. El cantante español Dani Martín, por ejemplo, ha denunciado públicamente el uso de titulares sensacionalistas que distorsionan la realidad, enfatizando la necesidad de un periodismo veraz y respetuoso. (cadenadial.com)
Iniciativas para combatir el clickbait
Además de las críticas individuales, se han desarrollado herramientas y estrategias para enfrentar este fenómeno:
- Educación mediática: Organizaciones como la Fundación Gabo, con sede en Colombia, han resaltado la importancia de formar audiencias críticas que puedan identificar y rechazar el clickbait. (fundaciongabo.org)
- Acciones de plataformas digitales: Empresas como Facebook han implementado medidas para reducir la visibilidad de contenidos engañosos, penalizando a quienes recurren a estas tácticas, por más de que no parezca... (es-la.facebook.com)
- Herramientas tecnológicas: Se han desarrollado extensiones y aplicaciones que alertan a los usuarios sobre posibles contenidos clickbait, permitiendo una navegación más informada. (en.wikipedia.org)
El papel activo de la audiencia
Como lectores, tenemos el poder de influir en las prácticas mediáticas. Al optar por fuentes confiables, cuestionar titulares sensacionalistas y compartir contenido de calidad, enviamos un mensaje claro sobre nuestras expectativas informativas.
La lucha contra el clickbait es un esfuerzo colectivo. Al unirnos a estas iniciativas y mantenernos informados, contribuimos a la promoción de un entorno digital más transparente y auténtico.